Equipos de Refrigeración y Equipos de Frío Industrial

Los equipos de refrigeración y frío industrial son equipos diseñados, fabricados y formados por un conjunto de elementos que, debidamente integrados y controlados, constituyen un sistema de refrigeración industrial autónomo o semi‐autónomo de generación de potencia frigorífica. En general, son sistemas terminados y montados en una estructura o skid, listos para ser instalados en la empresa que lo precise con el objetivo de conectarse a un sistema y abastecer de la potencia frigorífica, solucionando las necesidades de dicho negocio.

De este modo, tal y como hemos dicho al principio, la función principal de estos equipos de frío industrial es la de aportar la potencia de refrigeración a un sistema, ya sea directamente o mediante un fluido caloportador, utilizando un sistema de refrigeración industrial mecánico de refrigeración con un fluido refrigerante.

Los equipos de refrigeración y frío industrial funcionan como cualquier otro sistema de refrigeración mecánico convencional: se componen de uno o varios compresores, sistema de condensación, para transmitir el calor al exterior, así como, sistema de evaporación, para transmitir la potencia frigorífica al sistema:

• Compresión. Normalmente se necesita montar más de un compresor de cualquier tipo: tornillo, pistón, scroll, para el funcionamiento de estos equipos refrigeración industrial, siendo el elemento encargado de generar la potencia de compresión para poner en funcionamiento el fluido frigorífico y el ciclo de refrigeración.
• Condensación. Como en el punto anterior, se pueden montar varias baterías o elementos de condensación para que el propio sistema o equipo funcione correctamente. Puesto que un equipo frigorífico, este puede utilizar el aire ambiente para lanzar el calor extraído del sistema de refrigeración al exterior, o incluso el agua, mediante un sistema de recuperación de calor que pueda ser posteriormente aprovechado por el sistema.
• Evaporación. A su vez, también se pueden montar uno o varios circuitos de evaporación, en los que se produce la absorción de calor del sistema por parte del refrigerante. Este elemento tiene multitud de variantes: evaporador por aire, intercambiador con fluido secundario, evaporador inundado, de placas, etc.
• Control. Estos equipos llevan integrados la protección y control eléctrico de todos sus elementos, de manera que puedan funcionar de manera autónoma, respondiendo sólo a las necesidades del propio sistema.

La principal ventaja de un equipo de refrigeración industrial reside en la misma integración y montaje, realizada sobre un único equipo ya probado e integrado anteriormente, lo que facilita enormemente y, por tanto, hace mucho más económica su implementación en un sistema de refrigeración industrial. Además de ello, actualmente se pueden diseñar equipos frío industrial específicamente pensados para cada régimen, aplicación, refrigerante o sistema, de manera más eficiente y competitiva para la propia empresa.

Los equipos de refrigeración y frío industrial, por su campo de aplicación y características, suelen reunir lo mejor de la producción en serie industrial y el cuidado diseño del detalle. Su importancia radica en que, al ser equipos pensados para su uso industrial y generalmente en alimentación u otros usos críticos, el diseñador e integrador de estos equipos busca cubrir en este orden de prioridad los siguientes aspectos técnicos:

• FIABILIDAD: Los equipos frigoríficos industriales deben estar construidos de manera robusta, sin cuellos de botella o puntos críticos puesto que, en caso de un fallo o avería, deben poder asegurar un mínimo servicio que permita reaccionar y resolver la incidencia sin poner en riesgo el proceso o producto que protege.
• EFICIENCIA: Al tratarse de equipos para un uso exclusivamente industrial, estos van a trabajar durante largos periodos de tiempo y con altas cargas consigo. Por ello, se precisa que puedan realizar en todo momento el trabajo con los mínimos recursos posibles, tanto energéticos como de mantenimiento se refiere.
• ECONOMIA: Siempre es un factor importante que las inversiones sean ajustadas al valor real del proceso, para que tengan un retorno corto e interesante y permitan al usuario mantener o aumentar su competitividad en el mercado. Esto es posible gracias a la fabricación en serie y optimización de costes que se dan al ser un equipo ya pre‐fabricado. Por todo lo expuesto, el peso de estos equipos en la industria, ya sea alimentaria, química, farmacéutica, etc. es clave para asegurar y optimizar todo el proceso que depende de su actividad.